FGR había confirmado que había una orden de aprehensión.
Luego del enfrentamiento entre agentes federales y estatales en Tijuana el pasado viernes, el Gobernador de Baja California Jaime Bonilla dijo que sólo fue un incidente que “no pasó a mayores y que sólo se hicieron de palabras”.
Las primeras versiones entre algunos de los elementos que participaron en la gresca es que los integrantes de la Fiscalía General de la República (FGR) cumplimentaron una orden de aprehensión y que los policías estatales fueron a “rescatar” al detenido.
Luego el departamento de Comunicación de la FGR aclaró que no tenían ningún detenido porque no se había podido ejecutar la orden debido a la persecución y enfrentamiento con los agentes de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI) que terminó en las instalaciones de la FGR en Zona Río con empujones, golpes y hasta el choque de vehículos.
Extraoficialmente trascendió que la orden de aprehensión era contra un narcotraficante, sin embargo la FGR nunca confirmó el perfil, nombre de la persona o delito que se le imputa.
Ante esto en su transmisión en vivo en redes sociales el Gobernador anunció que el próximo lunes convocará al Fiscal del Estado, Guillermo Ruiz para que brinde detalles de este incidente.
Bonilla Valdez, explicó que, de acuerdo a información que le fue proporcionada, agentes de la GESI, marcaron el alto a un vehículo sospechoso con estrobos (lo cual está prohibido) con placas foráneas y que al omitir la indicación y acelerar el trayecto, comenzó una persecución que terminó al exterior del edificio de la Fiscalía General de la República.
«Fue una persecución del que creían era un delincuente, o alguien que estaba usando los estrobos, que es contra la ley, si no es carro oficial; se corrieron varios rumores, de que había un operativo, del que la Mesa de Seguridad no sabía… De que había alguien detenido o que iban por alguien y que la operación se frustró», comentó.
