Uno de los casos más insólitos.
Un fuerte dolor abdominal llevó a una mujer de 84 años, a un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Durango, en donde le explicaron que su molestia se debía a que en su interior llevaba un feto momificado con el que vivió por más de 40 años.
Esto se trata de un extraño caso de embarazo ectópico, el cual se presenta cuando el óvulo fertilizado se adhiere a un lugar fuera del útero, provocando que el feto pueda crecer en una zona del cuerpo que no es óptima para su desarrollo.
Al no poder ser desechado, el sistema inmunológico envía señales identificando al feto como un objeto ajeno y peligroso que podría significar una potencial infección.
Por ello, una sustancia rica en calcio, propicia la deshidratación de los tejidos, convirtiendo al feto en un litopedion (del griego litho = piedra; pedion = niño) es decir, un feto momificado.