Hutíes respondieron con ataques a barcos y misiles.
Al menos 80 personas murieron y 150 resultaron heridas tras los bombardeos estadounidenses contra el puerto petrolero de Ras Isa en Yemen, según reportes de medios afiliados a los rebeldes hutíes. Este se convierte en el ataque más mortífero desde que Washington inició su ofensiva militar contra el grupo hace 15 meses. Las imágenes difundidas muestran cuerpos entre escombros, incendios devastadores y equipos de rescate trabajando entre la destrucción.
Como respuesta inmediata, los hutíes anunciaron el lanzamiento de misiles contra Israel y ataques a dos portaaviones estadounidenses en la zona. El portavoz militar del grupo advirtió que esta «agresión continua sólo conducirá a más operaciones de contraataque». Mientras tanto, en las calles de Saná y otras ciudades bajo su control, manifestantes coreaban consignas contra Estados Unidos e Israel.
El gobierno estadounidense justificó los bombardeos como un intento por debilitar la capacidad económica de los rebeldes, quienes controlan este estratégico puerto petrolero. Analistas sugieren que la ofensiva también busca enviar un mensaje claro a Irán, principal aliado de los hutíes, en vísperas de las conversaciones nucleares programadas para este sábado en Roma.
La violencia escaló mientras el conflicto en el Mar Rojo sigue afectando el comercio global, obligando a muchas embarcaciones a tomar rutas alternativas más largas y costosas. Tanto Irán como Hamás condenaron los ataques, calificándolos como «crímenes de guerra», en medio de crecientes tensiones.
