El problema no es la obra sino la comunicación gubernamental.
La obra ya fue confirmada por el presidente Andrés Manuel López Obrador: un viaducto desde el aeropuerto hasta la carretera a Playas de Tijuana, pegado al muro que divide a México y Estados Unidos.
De acuerdo con el gobierno esta obra iniciará en este primer trimestre de 2023, pero por donde pasará y se expropiará, es decir, por el cañón Zapata, nadie ha informado a los residentes lo que sucederá con sus terrenos.
Los habitantes no saben si van a ser reubicados o les comprarán sus propiedades, que adquirieron legalmente y por las cuales pagan impuestos desde hace décadas.
Los únicos que se han acercado son representantes de una empresa que les dijeron serían los encargados de la compra de las propiedades, pero no confían porque creen que pudiera ser un tercero que sólo busca beneficiarse.
El problema no es la obra, la mayoría, por lo menos con los que platicamos, la consideran importante para la ciudad, pero no se explican como nadie del gobierno hasta el momento, siendo los principales afectados, les ha dado detalles.