Momentáneamente se instaló una cruz como símbolo de amor y resistencia.
Eddy Carrillo volvió al lugar donde encontró a su hijo Erick hace unas semanas en Tijuana, desaparecido desde hace más de cinco años. Allí, instaló una cruz en su memoria y anunció la construcción de una capilla en su honor.
Conmovido, Eddy compartió las dificultades del camino recorrido. En su búsqueda, localizó más de mil 600 restos humanos, brindando consuelo a muchas familias que esperaban respuestas sobre sus seres queridos desaparecidos.
La cruz instalada es un símbolo de amor y perseverancia, reflejo de la promesa que Eddy hizo de encontrar a su hijo. La capilla representará un espacio de memoria y esperanza colectiva.
Eddy aseguró que, aunque fue un trayecto difícil, logró transformar el dolor en acción, iluminando la vida de las familias que ahora pueden cerrar un capítulo y encontrar algo de paz en su interior.
