De Chihuahua para el mundo, acudimos a un rancho sotolero.
Ni mezcal, ni tequila, el Sotol es un destilado entre los 38 y 45 grados de alcohol, con denominación de origen en los Estados mexicanos de Chihuahua, Durango y Coahuila. Los indígenas lo utilizaban para las celebraciones, creían que el primer trago era un despertar, no sólo de los sentidos, sino de la conciencia.
Para este video acudimos a uno de los ranchos sotoleros en Chihuahua con Don Lalo y su familia que llevan cinco generaciones produciendo la bebida.
Todo inicia con las cabezas del sotol, la planta de donde se extrae finalmente el sabor de la bebida y se recolecta en la sierra de Chihuahua. A esta bebida la llaman la más artesanal de la república mexicana y por ello acudimos a constatar su proceso.
Ya con las cabezas de la planta cortadas se trasladan a unos enormes hornos o pozos bajo tierra a los que se les pone una capa de leña y otra de piedras, se inicia el fuego y se esperan unas cuatro horas para que esté realmente caliente y luego echan las cabezas, otra capa de palma, una más de tierra y las reposan ahí unos cuatro días para pasar a la siguiente fase.
Después de cuatro días de cocimiento, las cabezas de la planta del sotol están listas para deshojarse. Con un hacha de manera suave se va dejando el puro bagazo y se eliminan los corazones.
Todo el bagazo de echa a unas piletas para realizar el proceso de fermentación, se le agrega agua y cuando alcanza la temperatura ambiente ideal comienza la conversión natural de los azucares en alcohol.
Para la fermentación ideal se necesita aproximadamente una semana, para que el jugo se concentre y pueda extraerse.
Tanto el jugo como el bagazo se meten en un caso que forma parte de un horno de leña subterráneo que se tapa con un tronco que en medio trae un tubo para extraer el destilado.
Con el calor del horno se empieza a generar el vapor que recorre la tubería en forma de serpentín que pasa sobre una pileta llena de agua fría para condense y salga en forma de liquido en lo que le denominan el primer destilado o el vino entre los 25 y 30 grados de alcohol.
Después se vuelve a realizar un segundo destilado, el mismo proceso, de vapor con el fuego a condensación en la pileta con agua fría y entonces ya sale el Sotol como se quiere, listo para el embotellado.
