Consumidores estadounidenses serán quienes enfrenten las alzas de los precios.
El presidente Donald Trump impondrá aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, y aumentará al 20% los gravámenes sobre productos chinos. Estas medidas afectarán directamente a los consumidores estadounidenses, con alzas en precios de automóviles, energía, alimentos y productos electrónicos.
Más del 20% de los vehículos vendidos en ese país son fabricados en México y Canadá, y los aranceles podrían elevar sus precios en 3,000 dólares. Además, piezas automotrices y motores, como los de las camionetas Ford y el Mustang, también serán gravados, lo que impactará las cadenas de suministro transfronterizas.
Canadá, principal proveedor de petróleo crudo para Estados Unidos enfrentará aranceles del 10% en energía, lo que podría aumentar los precios de la gasolina, especialmente en el medio oeste. México, por su parte, exporta el 47% de las verduras y el 40% de las frutas que consumen los norteamericanos, lo que encarecerá productos como aguacates y tomates.
China, principal fuente de productos electrónicos, juguetes y ropa, también verá aumentos en los precios de teléfonos, computadoras y calzado. Los aranceles podrían afectar especialmente a bienes como juguetes, que sumaron 32,000 millones de dólares en importaciones el año pasado.
Estas medidas han generado preocupación en industrias clave y podrían desencadenar represalias comerciales, afectando aún más a los consumidores y productores estadounidenses.