El Secretario de Salud afirmó que sí buscaron trasladarla, pero determinaron que se mantuviera en el Hospital General de Tijuana
El secretario de salud en Baja California, Adrián Medina Amarillas, explicó la situación de Brenda Elizabeth Cano, madre de familia y víctima de la explosión registrada el 7 de abril en el edificio Océano 21 de Playas de Tijuana.
El funcionario señaló que desde un inicio han estado pendientes de su evolución médica y que, hasta el momento, el Hospital General de Tijuana cuenta con las herramientas para atenderla.
Medina Amarillas detalló que, tras la explosión, la pareja de Brenda, Ray, y su hijo Brandon, presentaron heridas más graves. Ambos fueron trasladados a hospitales en Estados Unidos; Brandon fue llevado a Sacramento a una unidad especializada en quemaduras.
En el caso de Brenda, también se analizó la posibilidad de un traslado internacional, sin embargo, en ese momento, los médicos determinaron que sus lesiones podían ser tratadas en un hospital de Tijuana.
Pese a ello, la familia de Brenda ha insistido en la necesidad de una visa humanitaria que le permita continuar su atención junto a sus seres queridos, y es que por ejemplo, su hijo ahora se encuentra a más de 800 kilómetros de distancia.
Aunque los seres queridos de las víctimas reconocen que el personal médico ha hecho lo posible, aseguran que hay procedimientos que no se le han realizado a Brenda por falta de equipamiento, y que su estado de salud no ha mejorado desde su ingreso. A más de dos semanas de la explosión, la distancia y la incertidumbre siguen marcando la recuperación de Brenda.