Empresario calificó el operativo de ilegal y absurdo.
“El decomiso de 208 máquinas tragamonedas en el casino de Agua Caliente en Tijuana, fue ilegal y absurdo; más que dañar a los propietarios, perjudica a las empresas fabricantes que las tenían en participación, afectan su reputación y dejan sin empleo a miles de trabajadores” declaró Carlos Sanz, director de James Industries, uno de los fabricantes de estos equipos.
Y es que resulta que las máquinas decomisadas por el Servicio de Administración Tributaria de Baja California (SAT BC) ni siquiera son de grupo Caliente, señaló este empresario, sino que las rentan a otras compañías como James Industries, Zitro y FBM.
Sanz agregó que el operativo realizado por el gobierno de Baja California fue “absurdo” porque el argumento que presentaron los auditores del SAT BC fue que las maquinas se encontraban de forma ilegal en México, sin el permiso de importación y efectivamente no contaban con dicho pedimento porque las maquinas no eran de importación, ya que todas fueron ensambladas y fabricadas en México.
Además, dijo Sanz, en el caso del decomiso en Tijuana, las máquinas sí contaban con los documentos en regla para operar, pero los auditores insistieron en el pedimento de importación, el cual no existe, porque son maquinas mexicanas, hechas o ensambladas en nuestro país.
Carlos Sanz insistió en que los casinos, en este caso Caliente, no es el dueño de las maquinas, sino que fueron los fabricantes de estas quienes las pusieron previo acuerdo con los dueños con quienes se pusieron de acuerdo en porcentajes de participación en mantenimiento y ganancias.