A ninguna autoridad le interesa resolver la contaminación de nuestro mar.
Los resultados del muestreo que esta semana se llevó a cabo en las playas del municipio de Tijuana arrojaron que ninguna es apta para uso recreativo humano y la conservación de especies. Son cinco puntos de monitoreo y los cinco resultaron negativos.
De acuerdo a la información proporcionada por la asociación Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental que preside Margarita Díaz y Tijuana Waterkeeper cuya encargada de laboratorio es Paola Fernanda Rochin Bochm el sitio más contaminado es Playa Blanca con 24 mil 196 enterococos por cada 100 mililitros, cantidad máxima que la prueba puede registrar.
Cabe señalar que los entorococos son los organismos que se alojan en los intestinos humanos que sirven como referencia para saber que tan contaminada se encuentra el agua tomando como límite los 200 enterococos para uso recreativo.
En orden, en dirección de Rosarito a Tijuana, la siguiente playa donde se tomó la muestra fue El Vigía con mil 207 enterococos, luego Cañada Azteca con mil 947, Parque México con dos mil 111 y El Faro con mil 256, ninguna apta para uso recreativo. La semana pasada sólo El Faro había resultado positiva para uso recreativo pero ahora también fue negativa.
La principal causa por la que las playas en Tijuana están contaminadas es la descarga y derrames de aguas negras hacia el mar que la autoridad permite en distintos puntos de la costa, agua que debería ser tratada antes de arrojarla a las playas. La problemática existe desde hace muchos años y a medida que la población aumenta la situación se agrava. La mayoría de los políticos en campaña ofrecen resolverlo pero cuando llegan al poder se olvidan del conflicto como el actual Gobernador de Baja California, Jaime Bonilla.