El fuego en Ofunato ha quemado 2,100 hectáreas y obligado a evacuar a 4,600 residentes.
Cerca de 1,700 bomberos han sido desplegados en Japón para combatir el mayor incendio forestal en tres décadas, que afecta la localidad de Ofunato, en la prefectura de Iwate. Las autoridades han emitido órdenes de evacuación para 4,600 residentes de la zona, mientras 16 helicópteros y unidades de bomberos de 14 regiones, incluyendo Tokio, trabajan para controlar las llamas.
El incendio, que comenzó el pasado miércoles, ha seguido avanzando casi sin control por sexto día, extendiéndose hacia un bosque y las inmediaciones de algunos distritos cercanos a la ciudad de Sanriku. Hasta el momento, se han quemado 2,100 hectáreas, y se ha confirmado al menos un fallecido y 84 hogares destruidos. Las autoridades temen que estas cifras aumenten una vez se controle el fuego y se evalúe la magnitud real del desastre.
El portavoz del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, señaló que las labores se centran en apagar el fuego lo antes posible mientras se garantiza la seguridad de los residentes. La agencia nacional de gestión de incendios y desastres ha solicitado más refuerzos para frenar la expansión del incendio, especialmente en áreas habitadas.
El incendio ha revivido traumas en Ofunato, una localidad que aún recuerda el devastador terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, que dejó más de 500 muertos o desaparecidos. Además, la región enfrenta condiciones climáticas extremas, con un verano récord en temperaturas y escasas lluvias: en febrero, Ofunato recibió solo 2.5 milímetros de lluvia, muy por debajo del promedio histórico.