Regalan “salón de clases móvil” a profesora que educa a domicilio a sus alumnos.
Calvillo es un municipio en el Estado de Aguascalientes en México. Con tan solo unos 56 mil habitantes y menos de mil kilómetros cuadrados, es una ciudad reconocida como de las más prósperas de esa entidad.
Hace unos días se dio a conocer una noticia de esas que hacen sonreír, de las que quisiéramos recibir con más frecuencia, de las que alegran el día, noticias que vale la pena compartir.
Todo comenzó cuando los papás de un grupo de niños de un sector del municipio de Calvillo, compartieron unas fotografías en donde se observa a la maestra Nallely Esparza Flores, quien, sobre la caja de su camioneta, improvisaba con una mesita y unas sillas, un salón de clases para atender, a decenas de niños quienes por la pandemia no podían asistir a tomar clases en la escuela, y además, no tenían Internet en la zona que les permitiera estar en comunicación entre ellos y los profesores.
Así que, una mañana, Nallely se levantó, prendió su camioneta pick-up, subió unos libros, algunos cuadernos, lápiz, papel, una mesa y un par de sillas y se fue casa por casa para llevar la educación a sus alumnos, para evitar que se quedaran rezagados, para lograr que ellos se siguieran educando.
Así lo ha hecho durante todo este tiempo de pandemia.
Un día, uno de los papás de los niños tomó una fotografía a la maestra dando clases a uno de sus hijos, montada en la parte trasera de su camioneta, bajo la sombra de un árbol, pero a la luz del sol, y la compartió con otro vecino, quien, a su vez, la compartió con otro, y este con otro más, hasta que la fotografía se hizo viral.
Y así la historia llegó a NISSAN México -y sí, hay que llamar a las empresas que hacen obras buenas por su nombre- de inmediato los ingenieros de la empresa japonesa pusieron manos a la obra y en 72 horas adaptaron un modelo NISSAN NP300 y lo convirtieron en un SALÓN DE CLASES MÓVIL, recabaron la información de la maestra y le hicieron la donación.
Armando Ávila, Vicepresidente de Manufactura de NISSAN México fue el encargado del proyecto, comentó que cuando conocieron la historia de la maestra sintieron la necesidad de aportar un grano de arena para mejorar esta situación, y fue cuando decidieron poner manos a la obra y hacer la adaptación de una de sus camionetas nuevas, para convertirla en un salón de clases en donde la Nallely pudiera seguir cumpliendo con su noble causa.
Historias como esta son las que se tienen que replicar en tiempos de pandemia, en donde los buenos se unan para seguir haciendo cosas buenas, y en donde siempre, siempre, los ganadores sean quienes más lo necesitan, los más vulnerables.
Si bien es cierto que la heroína de la historia es la maestra, también están los niños, quienes decidieron salir y montarse en la camioneta para atender clases, en tiempos en donde hay muchos niños que se conforman con quedarse en casa sin hacer nada.
También están los papás, quienes apoyaron la labor de la maestra y, además, compartieron esa fotografía que sensibilizó y que llegó a otro gran protagonista, NISSAN, la empresa que donó la camioneta nueva para Nallely, y quienes dejaron de ser simples observadores, y se activaron para hacer algo por esa causa en especial.
Una vez escuché la anécdota del niño quien, sentado frente a la playa junto a su papá, veía que la marea estaba sacando estrellas de mar y estas quedaban amontonadas en la orilla, el niño se quitó sus zapatos y comenzó a devolver algunas estrellas al mar, el papá inquieto viendo que el mar seguía arrojando algunas estrellas más, le gritó al niño y le dijo –“No pierdas tu tiempo en eso hijo, el mar las seguirá sacando, no vale la pena”. El niño, se agachó nuevamente, agarró una más y la regresó al mar y mirando a su papá le dijo, -“Para ella sí, para ella ya valió la pena”.
Igual sucede con la actual situación del país y del mundo, en donde la pandemia ha desatado daños colaterales y ha impactado en diferentes sectores, golpeando siempre a quienes más lo necesitan, y en medio de esa crisis, en medio de la desesperación, Nellely decidió que por esos niños valía la pena salir todos los días en su camioneta a llevarles educación.
Y por su parte NISSAN MÉXICO también hizo lo suyo, y con un profundo sentido de empatía empresarial, aportó su grano de arena para que mejoraran las condiciones en las que estos niños se seguían preparando.
Para ellos, para para esos niños ya valió la pena.
Son tiempos en donde el valor humano debe ser preponderante, de hacer crecer la RESPONSABILIDAD SOCIAL de las empresas.
Son tiempos en donde las personas, los ciudadanos, las empresas, las instituciones de gobierno, los gobernantes, todos, absolutamente todos, debemos hacer lo que nos corresponde a la hora de ser solidarios, y en muchos casos, más allá de lo que nos toca.
Aportar granos de arena que hagan la carga menos pesada para otros, siempre hay algo por hacer, siempre hay algo en lo que podemos aportar que ayudará a otros a ser mejores.
Un aplauso para Nallely Esparza Flores, un aplauso para NISSAN MÉXICO, aplausos para todas los maestros -al estilo Nallely- que hay y de quienes no conocemos su historia, aplauso para todas esas empresas que dan un poco más de lo que les corresponde y abonan a que este sea un mejor país.
Gracias, porque si hay algo que he aprendido durante esta pandemia es que UNIDOS SOMOS MAS FUERTES.
¿Y tú? ¿Cuántas estrellas has regresado al mar durante esta pandemia?
Te invito a que escuches este y otros temas en LA CÁPSULA EL PODCAST el cual puedes conseguir en www.luisfelipecardenas.com/podcast o a través de plataformas como Spotify.