Una historia que demuestra la importancia de la buena actitud.
No importa cuántas veces le digan que no, siempre conserva la buena actitud y lo seguirá intentando porque sus ventas son el sustento de su familia.
Es Patrick Joseph, aunque le gusta que le digan «el haitiano de los buñuelos». En realidad es soldador pero con la pandemia la chamba bajó considerablemente y junto con su esposa recurrieron a una deliciosa receta de su país: los buñuelos.
Hace 5 años salió de Haití con su familia, migraron a Chile donde permanecieron dos años, y luego hacia el norte, hasta Tijuana, Baja California, México donde llevan tres años viviendo.
Reside en la colonia Camino Verde pero todos los días se traslada al fraccionamiento Playas de Tijuana para recórrelo con una bicicleta vendiendo sus buñuelos y en poco tiempo ya ha hecho su clientela.
Dicen que Tijuana es tierra de oportunidades entre quien las busca, como Patricio que tiene ya un hijo mexicano y que está en proceso de tramitar su residencia permanente.