La víctima quiso exponer el caso para evitar que el agresor siga atacando.
Alexa Pacheco hace unos meses se mudó a la zona de Otay, que aparentemente es una colonia tranquila en Tijuana, rodeada de hogares y por ello cada tarde-noche al concluir su jornada laboral salía al parque cerca de su casa a realizar ejercicio, sin embargo, un día su tranquilidad se rompió.
En una de las zonas sin luz del parque iba caminando y vio a un sujeto que le pareció sospechoso pero no al grado de cambiar su trayectoria, incluso recuerda que lo saludó con un «buenas noches», nunca creyó lo que sucedería después.
Mientras caminaba vio de reojo que el venía atrás ella por lo que corrió pero él la alcanzó y le dio una nalgada a lo que Alexa respondió con un cuestionamiento.
Alexa ya había tenido experiencias con hombres que le decían o tenían comportamientos inapropiados con ella en la vía pública y les había respondido, pero esta vez la respuesta del agresor fue violenta y escaló al grado físico.
En cuestión de segundos el tipo ya estaba sobre Alexa forcejeando en la banqueta intentando besarla, afortunadamente ella pudo sacar fuerzas para gritar lo que hizo que la soltara y saliera corriendo.
Al zafarse, Alexa habló al 911 pero tardaron una hora en contestarle y le dijeron que ya tenían registrado su reporte pero que si veía una patrulla en la zona le dijera a los policías. Luego fue a las oficinas de la Fiscalía del Estado por la central camionera de Tijuana y después de dos horas optó por retirarse porque la persona en recepción les mencionó a quienes se encontraban ahí que tenía mucho trabajo y que en unas horas las iba a poder atender.
Fue gracias a grupos comunitarios de redes sociales que Alexa Pacheco pudo identificar al sujeto, que de acuerdo a sus vecinos no es la primera vez que lo hace, por ello se animó a exponer públicamente su caso y con ayuda de un abogado establecerá una denuncia formal.
¿Cuántos casos como los de Alexa ocurrirán y que no sabemos de ellos? porque el sistema lejos de ayudar parece que está creado para ahuyentar a los ciudadanos. Ni una más, es el clamor de la mayor parte de la sociedad.
