Primer ministro groenlandés acusa a Estados Unidos de pretender «demostrar poder» sobre el territorio ártico.
El primer ministro de Groenlandia, Mute B. Egede, calificó de «injerencia extranjera agresiva» la visita esta semana de una delegación estadounidense encabezada por la segunda dama Usha Vance y el asesor de seguridad nacional Mike Waltz. El gobierno groenlandés se negó a recibir a la comitiva, señalando que la visita coincide con los reiterados intereses del expresidente Donald Trump por adquirir el territorio.
«No es una mera visita privada, sino una demostración de poder», declaró Egede a medios locales, añadiendo que la presencia del asesor de seguridad nacional «alimenta las ambiciones expansionistas de Trump». La delegación estadounidense planea asistir a eventos culturales como la carrera nacional de trineos de perros, pero las autoridades groenlandesas interpretan el viaje como un gesto geopolítico.
El conflicto surge en un contexto de creciente interés por los recursos estratégicos de Groenlandia, incluyendo hidrocarburos y minerales críticos, y su ubicación clave en el Ártico. El territorio autónomo danés, con apenas 57,000 habitantes, ha rechazado consistentemente las pretensiones de Trump, quien en 2019 llegó a sugerir su compra.
Mientras la oficina de Vance describe la visita como una oportunidad para «celebrar la cultura groenlandesa», analistas señalan que refuerza las tensiones en una región donde Rusia y China también buscan influencia. La delegación incluye a expertos en seguridad ártica, lo que alimenta especulaciones sobre los verdaderos objetivos del viaje.
Expertos advierten que el territorio podría convertirse en un nuevo foco de tensiones geopolíticas.